La radiofrecuencia es una radiación
electromagnética que se encuentra entre la radiación infrarroja y las ondas
largas. Su campo terapéutico se sitúa en la Onda corta (40,68 MHZ) y su
mecanismo de acción se basa en la transformación de la energía electromagnética
en energía calórica a su paso por los tejidos.
La radiofrecuencia de alta frecuencia
concentra su energía en el tejido subcutáneo graso. Esta mayor absorción de
energía en el tejido graso se debe a su mayor resistencia al paso de las ondas
de alta frecuencia, que es diez veces más resistente que la piel. La
concentración de energía es directamente proporcional a la impedancia o
resistencia de los tejidos. La radiofrecuencia de baja y media frecuencia
concentra su energía a nivel subepidérmico.
Especial Aparatología. Existen muchas
clases de radiofrecuencia, las más habituales son la unipolar, bipolar y
tripolar. Sus distintos grados de penetración en la piel las hacen perfectas
para distintos tratamientos. Conocer los efectos de cada una nos permitirá
elegirlas correctamente y optimizar los resultados.
Recientes investigaciones han conseguido
desplazar su uso al campo de la estética, al crear una tecnología capaz de
entregar la energía de la radiofrecuencia selectivamente en la dermis profunda
y en las capas subdérmicas mientras se protege la epidermis y, así, poder
luchar contra la flacidez y la celulitis.
Efectos:
El efecto de la radiofrecuencia se llama
diatermia o termoterapia en profundidad y se traduce en los siguientes
resultados fisiológicos:
- Estimulación de la circulación
sanguínea a nivel cutáneo, que mejora la calidad de la piel (textura de la
piel).
- Estimulación del sistema linfático y
arteriovenoso en el tejido graso, que disminuye el volumen corporal. Esto se
traduce en las zonas de mayor edema, en movilización y drenaje de toxinas y
fluidos, dando lugar a una reducción de volumen.
- Estimulación de la colagenogénesis
(formación de colágeno) de la dermis, que mejora la piel de naranja, y de los
septos fibrosos que se retraen, compactando aún más la piel y mejorando su
firmeza.
- Tras la lesión térmica controlada con
retracción del tejido hay una respuesta inflamatoria que se ve acompañada de
migración de fibroblastos, lo cual refuerza aún más la estructura de colágeno,
dando como resultado un rejuvenecimiento de la zona tratada.
Tipos de radiofrecuencia:
La clasificación más habitual de los
tipos de radiofrecuencia incluye tres clases: unipolar, bipolar y tripolar. La
bipolar actúa más superficialmente y se utiliza, sobre todo, para el
tratamiento de la flacidez cutánea facial y corporal; la unipolar actúa a un
nivel más profundo, en el tejido adiposo, y está indicada para el tratamiento
de la celulitis; y la radiofrecuencia tripolar es la combinación de ambas
utilizada para tratar la flacidez cutánea y la celulitis localizada. Por otro
lado, existe la radiofrecuencia octipolar, que es un tipo de radiofrecuencia
especial con 8 polos que combina radiofrecuencia con ondas magnéticas, lo que
incrementa la formación de colágeno o elastina a la vez que mejora la
circulación.
La elección, por parte de una
esteticista, del tipo de radiofrecuencia dependerá de los tratamientos que
quiera realizar. Lo más práctico es tener uno que combine varios tipos de
radiofrecuencia que permita realizar tratamientos faciales y corporales.
Resultados con radiofrecuencia bipolar.
La radiofrecuencia bipolar se utiliza más en el área facial, consiguiendo un
rejuvenecimiento cutáneo dérmico al mejorar la flacidez cutánea. El efecto
inmediato de la aplicación de radiofrecuencia es la retracción del colágeno,
con más o menos rapidez según los casos. Sin embargo, lo que se pretende
conseguir gradualmente es la reestructuración del colágeno profundo, lo que
incluye que se formen fibras nuevas que sustituyan a las envejecidas y hagan
los tejidos más elásticos, se favorezca la homeostasis y, en general, se mejore
el estado de la piel eliminando de ella las huellas del paso del tiempo. Este
proceso es más lento y, según los casos y dependiendo del estado en el que se
encuentre el colágeno de la persona, se produce entre los dos y cuatro meses
posteriores al tratamiento.
De hecho se han realizado estudios
histológicos que demuestran cambios importantes en la remodelación del colágeno
a partir de la sexta semana posterior a la aplicación de la radiofrecuencia.
Resultados con radiofrecuencia unipolar.
La radiofrecuencia unipolar se utiliza sobre todo en zonas corporales porque,
al actuar más en profundidad, consigue una piel más tersa, con mejoría del
aspecto de la piel de naranja y una reducción del volumen de la zona. El
procedimiento es sencillo. Previo a la sesión se toman fotos y se marca la zona
con un rotulador quirúrgico. Posteriormente se aplica sobre la piel limpia un
aceite y se aplica la energía, introduciéndola por medio de un cabezal de
tratamiento que se mueve constantemente sobre la piel. La duración del
tratamiento es variable dependiendo del área a tratar. Áreas pequeñas como los
brazos suelen realizarse en 25 ó 30 minutos, mientras que en áreas más amplias
el tratamiento puede prolongarse de 45 a 60 minutos. Una vez terminada la
sesión se aplica gel de Aloe vera en las zonas tratadas y el paciente puede
incorporarse a su vida cotidiana inmediatamente, evitando el sol y los UVA las
siguientes 48 horas.
Se recomienda beber abundante agua tras
la sesión, ya que ayudará al resultado final.
El número de sesiones necesarias es variable
y va a depender del estado de cada paciente y el nivel de exigencia del mismo,
pero se consideran necesarias entre 4 y 6 en facial, y entre 6 y 8 en
tratamientos corporales. El procedimiento es bien tolerado y no precisa de
anestesia. Se siente calor y, en personas con celulitis muy dolorosas, se puede
sentir un poco de dolor a la fricción del cabezal en ciertas zonas.
Contraindicaciones. A pesar de ser un
tratamiento muy seguro, produce algunos efectos secundarios que deben
considerarse, como el enrojecimiento y la aparición de edema tras la sesión
(son transitorios, pero presentes habitualmente), y alguna pequeña equimosis en
zonas de fragilidad capilar (poco frecuente). En cuanto a las
contraindicaciones,
destacan:
■ El embarazo y
la lactancia.
■ Pacientes
portadores de prótesis metálicas, marcapasos,
desfibriladores o cardioversores.
■ Cardiopatías
graves.
■ Alteraciones
de la coagulación.
■ Enfermedades
neuromusculares y del tejido.
■ Cáncer.
■ Pacientes con
sobrepeso importante.
■ Implantes
recientes de colágeno.
En síntesis, consideramos la
radiofrecuencia como una alternativa terapéutica eficaz, segura y sencilla con
un amplio espectro terapéutico y escasas contraindicaciones. Los resultados son
evidentes: consiguen un grado de satisfacción alto por parte de los pacientes.
Es un método no ablativo, no invasivo y sin período de recuperación, por lo que
se convierte en una técnica de elección en tratamientos faciales y corporales.
Dra. Eva Hidalgo y Dra. Cristina de las
Heras
Co-directoras de H&H Medicina
Estética