miércoles, 1 de octubre de 2014

Origen y fin de la melanina

Aclarar la piel se ha convertido en una tendencia peligrosa ya que en muchas ocasiones se consigue mediante la aplicación de productos no regulados. Este uso puede conllevar la aparición de trastornos tan graves como la Ocronosis o el síndrome nefrótico.

Como ya se ha explicado, la pigmentación de la piel se debe a la melanina, responsable del color de las diferentes razas. La formación de melanina o melanogénesis tiene lugar en los melanosomas, en el interior de los melanocitos, situados en la capa basal de la epidermis. Este proceso está regulado por los rayos ultravioleta, por estímulos hormonales y por factores hereditarios. La melanina también proporciona protección frente a los efectos nocivos de las radiaciones UV. Las hiperpigmentaciones pueden ser producidas o agravadas por diferentes factores, tanto externos (fármacos fotosensibilizantes, cosméticos, rayos ultravioleta,…) como internos (trastornos ginecológicos, hipofisarios, hepáticos, tiroideos, suprarrenales, perimenopausia, estados carenciales, etc.).

¿Cómo se produce la despigmentación cutánea?
La despigmentación cutánea se consigue mediante el uso de fármacos, que inhiben la formación de nueva melanina, o con tratamientos queratolíticos (químicos o físicos), que reducen el número de queratinocitos impregnados de melanina (el peeling químico es uno de ellos).
Los principios activos más conocidos y utilizados para la despigmentacióncutánea son:

Fenoles: poseen actividad tóxica sobre los melanocitos.
Hidroquinonas: agente despigmentante más conocido. Actúa bloqueando la tirosinasa, la enzima que controla la formación o síntesis de melanina dentro del melanocito. Además, puede incrementar la degranulación de los mastocitos interrumpiendo la producción de nuevo pigmento. Se suele emplear en concentraciones del 2-3%, ya que con concentraciones mayores se incrementa su potencial de irritación. La acción de colorante es débil; sólo se pone de manifiesto después de varias semanas de aplicación y desaparece cuando se deja de aplicar el producto. Se suele asociar a otros aditivos también despigmentantes.
Ácido Ascórbico: su efecto despigmentante es difícil debido a su inestabilidad molecular; además de inhibir la tirosinasa, reduce la dopaquinona a dopa, lo cual dificulta también la formación de melanina. Se emplea a dosis de 2-3%.
Ácido Azelaico: con actividad antitirosinasa capaz de impedir la síntesis de melanina, se le considera responsable de la despigmentación causada por Pityrosporum. La legislación cosmética permite su empleo en concentraciones inferiores al 10%. Habitualmente se formula con ácido glicólico. Se suelen utilizar sus derivados, como la azeloglicina, ya que el ácido azelaico es difícil de incorporar a un cosmético al ser su punto de fusión alto.
Ácido Kójico: inhibe la tirosinasa mediante quelación del ión cobre de esta enzima. Este compuesto se obtiene del líquido fermentado de los hongos Aspergillusoryzaey Penicillium. En las formulaciones se añaden antioxidantes, como el ácido ascórbico. También bloquea la radiación solar.
Otros: Ácido Elágico al 1%, Ácido Cafeico al 2%, EDTA entre 3 y 4,5%, Niacinamida, Arbutina, Ácido Tartárico, procedente de la uva, Ácido Mandélico, procedente de las almendras amargas, Ácido Málico, procedente de las manzanas verdes, Ácido Láctico, que se obtiene de la leche fermentada, Ácido Glicólico, que se obtiene principalmente de la caña azucarera, la piña y las uvas y Ácido Retinoico, que normaliza la queratinización y la actividad de los melanocitos.


Debemos diferenciar claramente los tratamientos dirigidos a controlar la formación de nueva melanina de los tratamientos aclarantes cutáneos. Ambos se utilizan para la corrección de hipercromías faciales y corporales delimitadas. Sin embargo, estos últimos se emplean también con otros fines controvertidos.

El lado oscuro de los tratamientos aclaradores
Desde hace unos años se observa una tendencia creciente a la utilización de métodos blanqueadores no sólo para corregir las hipercromías sino también para aclarar pieles genéticamente oscuras. El uso de productos despigmentantes constituye una práctica extendida entre la población de los países del África subsahariana, la mayoría mujeres de clase media, que tienen como finalidad alcanzar un tono claro de la piel relacionado a una mayor belleza y un mayor estatus social.
Estos productos se adquieren a bajo coste en cualquier mercado, peluquería o salón de belleza. Existe gran difusión en las redes sobre cómo se preparan y utilizan por parte de personas inexpertas, no sanitarias y sin ningún rigor científico. Están compuestos por corticoides de alta potencia, hidroquinona a altas concentraciones, agentes cáusticos, derivados del mercurio, la mayoría combinados entre sí. Una de las consecuencias de su uso es la aparición de Ocronosis.
La Ocronosis es un síndrome causado por la acumulación de ácido homogentísico en los tejidos conectivos, muy asociado a la Alcaptonuria (se ha observado que este síndrome suele aparecer después de la aplicación de hidroquinona y de productos con resorcinol, fenol y mercurio, todos ellos empleados con fines despigmentantes). La Ocronosis exógena se debe a la administración de medicamentos que inducen a la formación de este metabolito que se acumula en la dermis papilar. Se presenta como manchas amplias, asimétricas, de color marrón a gris en la cara, cuello, espalda y es más frecuente en las personas de piel morena y negra.
La Ocronosis no depende de la concentración de hidroquinona, sino del uso prolongado de ésta. Se debe suspender el tratamiento para evitar la progresión de la mancha, ya que no existe un tratamiento útil para la misma. La hidroquinona es un derivado bencénico que bloquea la síntesis de melanina. Su uso debe ser inferior al 2% para evitar que ocasione irritación cutánea. En la fórmulas "secretas" suele estar en concentraciones superiores al 5% y puede llegar a actuar como carcinogénico, producir dermatitis irritativa o alérgica de contacto, telangiectasias, atrofia, acné y gran fotosensibilización cutánea. Además, como consecuencia del uso de corticoides tan potentes para contrarrestar los efectos irritantes de la hidroquinona, surgen estrías por atrofia cutánea, discromías, aumento del vello facial, acné inflamatorio y aumento a la susceptibilidad a infecciones cutáneas. También se debe tener en cuenta que su absorción es sistémica y que tiene efectos en otras patologías.
Por otra parte, la absorción sistémica de los mercuriales, que son usados como jabones o cremas, produce síndrome nefrótico y alteraciones neurológicas centrales (insomnio, trastornos de la memoria, etc.) y periféricas (neuropatía desmielinizante). El uso de mercurio se encuentra actualmente prohibido en los cosméticos dentro de la Unión Europea. El Peróxido (agua oxigenada), hipoclorito sódico y otras sustancias de origen desconocido, también se suelen encontrar en estas cremas de dudoso origen.
En el año 2011, la Agencia Francesa de Seguridad Sanitaria de los Productos de Salud (AFSSAPS) y la Dirección General de la Competencia, el Consumo y la Represión de Fraudes (DGCCRF) lanzaron una campaña de información al público tras comprobar que en los análisis efectuados en más de 160 productos no autorizados por Sanidad, se encontraron proporciones elevadas de elementos no conformes con la reglamentación y peligrosos para la salud. Estos dos organismos recomendaron a los usuarios que no recurrieran a la despigmentación o aclaración voluntaria y que, en el caso de hacerlo, si percibían efectos indeseables, consultaran con un médico.
Permanentemente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) alerta de los peligros del consumo de productos no regulados, aplicados en la clandestinidad, que contienen cantidades de mercurio entre sus activos para variar la pigmentación de modo irreversible (una tendencia que se ha convertido peligrosamente en un movimiento ideológico, extendido sobre todo entre las mujeres negras, movidas por unos cánones de belleza irreales).

Tipos de hipercromías

Pecas o efélides: manchas localizadas en la piel expuesta al sol, causadas por un número normal de melanocitos que crean una cantidad anormal de pigmento.
Nevus o lunares: manchas oscuras congénitas o adquiridas que no varían con la exposición solar, sino que se deben a un acúmulo de melanocitos.
Melasma: enfermedad adquirida, caracterizada por manchas simétricas de color café en las áreas de exposición solar (mejillas, frente, labio superior). Aparece con más frecuencia en pieles oscuras y el 90% de los afectados son mujeres. Para tratarlo es importante conocer su categoría: melasma epidérmico, dérmico o mixto.
Manchas seniles: parecidas a las pecas, pero no se aclaran durante el invierno.
Hiperpigmentaciones postinflamatorias: surgen tras quemaduras, erosiones de la piel, lesiones de acné, etc.

Dra. Cristina de las Heras

Medicina Estética y Antienvejecimiento

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